Cualquiera que haya estado en alguna de las grandes ciudades de China habrá apreciado que el tráfico, al menos en comparación con las urbes europeas, resulta bastante caótico. Esto presenta diversos retos para el conductor extranjero, pero… ¿te imaginas lo que supone para un coche autónomo?
Durante el pasado Salón del Automóvil de Frankfurt, Mercedes-Benz presentó un programa denominado «Intelligent World Drive», que busca probar su tecnología de conducción autónoma en diversos mercados del mundo con el objetivo de perfeccionarla y adaptarla a las peculiaridades de cada lugar, que no son precisamente pocas.
El tráfico en el principal mercado de automóviles del mundo, y sobre todo en una megalópolis como Shanghái, donde está ahora mismo esta berlina tan especial de Mercedes-Benz, difiere en gran medida del de las grandes ciudades de Europa o Estados Unidos.
Para empezar, la cantidad de tráfico y la diversidad del mismo, con vehículos de dos, tres y cuatro ruedas, ya es un importante reto para un coche autónomo, que debe reconocer todo lo que le rodea. A esto hay que sumar, además, el comportamiento de los conductores y las costumbres, que pueden ser muy diferentes a lo que estamos acostumbrados.